Si hay algo que me fastidia es leer que Mariana Hernandez haya ganado el premio Gijon o Grifon de novela policial. Es que me indigna severamente que yo que llevo 30 años participando en concursos literarios, a horcajadas de Silanes, no haya ganado ni un premio finalista, nada, pero nada. Silanes viene ganando muchos premios en poesía y de refilon no ha ganado algunos premios gordos. Pero como dice Fango de los refilones nadie se acuerda.
Estando en Londres, en el fantasmal Instituto Cervantes en una calle oscura que se llegaba atravesando una cervecería con gente en la calle a 5 grados bajo cero tomando cerveza, llego y me recibe un hombre de barbita a lo Tres mosquetero y con mal aliento para decirme que en su revista habían entrevistado a Mariana Enriquez o Henriquez que acababa de ganar con apenas cuarenta y pico años el premio Alfaguara o algo parecido.
Volviendo a Mendoza, Silanes me cuenta que quería comprar la novela premiada de Mariana pero le salía muy cara y entonces le regalé la novela. Movido por la bronca, con mi detector de fallos, vi que Mariana es o fue periodista de un suplemento cultura de un diario de Capital Federal o CABA.
En fin no perdamos más el tiempo, por que hoy queria hablar en mi autobiografía de muchas cosas, quedan tres o cuatro días para que la termine:
1.Fractales que determinan toda nuestra vida, son fractales temporales, los otros en definitiva también, cada día es una copia de ese fractal primigenio, de ese plano interior.
2.Las miradas severas en mi vida, las que yo tengo y lo que decía Gurdjieff de tomar una sola de nuestras cosas desagradables y trabajarla, en mi caso ser severo.
