Todos hemos visto la película de esa mujer crística y un muchacho sosteniendo sus alas de hielo en el momento que un tajo abre su vientre y empieza el final para todos.
A los 18 años supe que me iba a morir, que no tenía la eternidad por delante como pensaban mis amigos y los que van a la iglesia los domingos, apenas nacemos viene el tajo, apenas visible su sangría (me sale todo esto muy poético por lo tanto poco creible, me empiezan a preocupar mas las palabras, el sesgo poundiano).
¿A que voy?, a la muerte de mi padre, una apacible tarde, un irse en eficacia secreta, un cerrar los ojos y dejarse de joder con todo este curro de la vida como dijo según mi hermano y la ambulancia y se lo llevan en la torpeza del médico, y mi hermana que no quiere ir atrás acompañando, y luego en el hospital los cuchicheos y los de la guardia, algo dicen, ya esta muerto, parece y sale la doctora y así.