hablarán de esa reunión en la casa de Guri, unos departamentos sociales llamados monoblock de su madre, en un living con florero y una ventana que sofocaba todo el terror que sentía Alberto Cirigliano que no dejaba de mirar e imaginar patrulleros, policías, torturas, mientras Guri hablaba y decía, bueno si lo mismo nos vamos a morir que sea militando. Pero no se si usó esa palabra, militar, tal vez revolución, tal vez algo de Lenin, porque Guri era uno de los tipos que yo conocía que mas citaba a Mao, a Lenin y a todo le agregaba una sonrisa y una mirada picara detrás de unos lentes extremos de miopía, donde se alcanzaba a ver sus ojos azules.
1975, el año de la decadencia revolucionaria a fuerza de tortura, porque la tortura era lo más visible, no tanto en la desaparición, no sabíamos todavía de esa palabra, no los creíamos tan terribles o no se, no recuerdo, fue lo de Susana Bermejillo y un militante del PCR.