Concebir una idea no vale nada, bueno algo vale, pero lo importante siempre es hacer, construirla, sentir la intemperie mientras hacemos algo, escribimos en 30 días nuestro libro o en tres semanas como Kerouac, o en una noche afiebrada como Raúl Silanes.
Esa fiebre de escribir, que si no nos atonta se va.
Yo creo en hacer, escribir, con los dedos asabañoñados, en este escribir que no se bien qué sentido tiene, si vender algun curso o escribir porque se me da la gana.