1.Severo
2.Noches de boda
3.Estar enamorado
4.Mario Torrea
5.¿Es la poesía el límite?
Hoy en la sesión con G estuve severo, enojado con el psicoanálisis, le digo que me pregunto (siempre) porque sigo viniendo a terapia, me enojo con todo, empiezo enojado. Me dice que es importante preguntarse porque uno va. Yo no escucho, o creo que escucho poco, estoy desesperado por no decir nada. Le hablo de Delleuze, del Antiedipo, le digo de los lugares comunes del psicoanálisis, de eso que es lo que siempre se espera, de aun lo equivocado del último Lacan, supuestamente el más superado en su Seminario 24, pero no sigo, quiero que este libro sea como el Martin Fierro, o Marx Twain o El quijote que este en las mesas de luz de todos los iluminados.
Le pego a Lacan cuando se pone comprensible de Joyce y realmente no entiende un carajo a Joyce, solo lo usa de ejemplo para sus teorias pero sus teorias tampoco explican el arte, ni a Joyce, ni a nada, solo se explica a si mismo, a su religion el Lacanismo.
Estoy enojado.
Y me pregunto si es la poesía el límite, ¿límite de qué?, límite en una búsqueda antes que el Titanic se hunda, no me queda mucho tiempo o la poesia es floripondio, concursos literarios, consagración, premios, ¿es eso Silanes? No creo, no creo, será cosas distintas para cada uno.
Hubo tres noches de bodas, 1,2 y 3.
No siguen ningún orden para no ofender a los presentes y deudos.
1.Un hotel de mala muerte en la calle General Paz, el mismo que usé la noche que me separé. No recuerdo nada de esa noche, creo que estaba borracho.
2.Un hotel boutique donde ella en un momento y desnuda fue a su celular destrozado y viejo y puso una canción mientras hacíamos el amor.
3.No recuerdo nada, se que estaba borracho y que no hicimos el amor.
Tengo una certidumbre de enamoramiento, fue un 31 de diciembre, había ido a la casa de mi madre donde nos juntabamos los adn 100%, luego iba a salir con ella, eran las primeras salidas. Había alquilado un departamento y comprado una cama matrimonial. Me fui al departamento y hubo algunas desconexiones y pense que todo había acabado, pero no fue asi, y luego la alegria de algo perdido y recuperado.
Mario Torreas, lo vi horas antes que muriera, me invito a comer una empanadas que no pudo comer, fui con una amiga. Mario nos enseñaba sus libros de comics.
Esa noche hice el amor con mi amiga y al otro día estaba volando a Madrid. Al otro día me enteré que a la madrugada moría una de las personas mas extraordinarias que he conocido, mas integra, mas tolerante, las libertarias, mas inteligente.