Pensemos en cada uno de los participantes de la foto. Se ven siete jugadores y el resto es gente mirando. Demasiado cerca, esa es la nostalgia
Si cada uno contara ese día, imaginemos unos quinientos libros, probablemente haya mas gente, pero solo esos cifran ese día, cuentan las dos horas que estuvieron allí, recuerdan ese día, porque después no hubo mas acercamiento social.
Cada uno podría escribir un libro infinito y no lo digo poéticamente, pero hay un plazo, un mes para llegar a un primer borrador, de unas cien páginas.
Tenemos entonces 50.000 páginas, una colección de libros que podría llamarse:
Fin de partida.