¿Hay en la existencia del hombre un temple de ánimo tal
que le coloque inmediatamente ante la nada misma?Heidegger
Acotación al margen: El 24 de julio de 1929 Heidegger publica su Qué es metafísica, el 4 de mayo de 1933 se afilia a la nada y como un corderito en julio de 1945 está obligado a dar cama y comida a judíos sobrevivientes del holocausto y es la supernazi de su mujer la que tiene que preparar en las noches una sopa a los torturados judíos, lo que a Heidegger, «no le resulta agradable» y menos a uno de los que duerme en la cama de Heidegger e imagina todas las noches que deguella a la parejita, pero se contiene, sabe que la parejita son unos reverendos hijos de puta, pero se contiene y descansa plácido en la cama de los fuhrercitos.
Segunda acotación al margen: el perro de mi abuelo es la respuesta a la pregunta.
Tercera acotación: otro ejemplo, la angustia que sentían los judíos estudiantes y profesores cuando Heidegger rector se afilió al partido nazi y entonces verlo en los corredores, a ese respetable hombre, aparentemente tolerante, ese hombre acaba de afiliarse al partido mas salvaje, cruel y despiadado de la tierra y eso da angustia.
No es dolor de cabeza, algo por cierto muy activo y del que huimos, no es nausea, algo muy sartreano, es lo que mi abuelo sentía en los atardeceres: un perro que le mordía el estómago o la panza.
Leí Que es metafísica a instancias de Antonio, como un texto iniciático. El perturbador por qué, es en general el ente y no más bien la nada, a los 23 años, cuando el trole cruzó el puente que separa Guaymallen de Ciudad, por la calle Godoy Cruz, luego el trole doblaba por Alberdi y a las tres cuadras me bajaba para ir a mi departamento donde vivía con ella. Llevando aferrado como si fuera un perro que me quería morder la panza, Qué es metafísica, caminando en 1978, antes del Mundial, un tiempo de silencio político absoluto pero yo ya estaba cubierto con mi Heidegger y su pregunta, la que no alcanzaba a entender bien, eso de la nada, la pregunta por la nada que me resultaba mas incomprensible que su El ser y tiempo y por supuesto mucho menos claro que Kant y su Crítica a la razón pura.
Antonio le recomendaba a todo el mundo ese librito de unas pocas casi veinte páginas. En esa cortedad parece haber un mensaje, algo apropiado a la nada, no imagino un enorme tratado de la nada, en cinco volúmenes.
En ese tiempo, el interés por la filosofía alemana me había llevado a realizar un curso de traduccion al alemán de textos jurídicos y filosóficos en la Goethe. Cursaba el primer año de derecho y había podido entrar luego que me expulsaran de Ciencias Políticas, allí me encontré con Osvaldo Antonnelli que murió atragantado en su casa con un bolo de comida.
Hoy sería un día ideal para releer a Heidegger, su qué es metafísica y tal vez cada tanto vuelve esa repetidad que lo habrá visitado a Heidegger cuando escribió ese libro «¿para qué?», creo que el libro tiene cierto enojo, cierta crispacion con el ser y tiempo, una contrariedad, de que va tanto ser, ser, entes, cosas, objetos, días, dias, mas dias y entonces el vacío, la nada, mientras camina por la Selva Negra, alli caminando y entonces ese vacío que me asaltó de esas siestas-resacas a destiempo, tirado vestido en la cama, todo frío, el silencio, el atardecer.
Dice Heidegger:
Que la angustia descubre la nada confírmalo el hombre mismo inmediatamente después que ha pasado. En la luminosa visión que emana del recuerdo vivo nos vemos forzados a declarar: aquello de y aquello por… lo que nos hemos angustiado era, realmente, nada. En efecto, la nada misma, en cuanto tal, estaba allí.
Mañana cuando el perro deje de morderme la panza, me preguntaré por lo que sentía el cuarto día, lo que he sentido miles de veces y diré también, nada.
Y tal vez Fany y tal vez el suicida Pedro, sintieron al perro morderle los talones de la panza y no habrán tenido mas a mano que un raticida o un fogonazo en el baño.